¿QUÉ ES EL LIBERALISMO ECONÓMICO?



Existe una confusión en el concepto a causa de una campaña propagandística de difamación sobre el liberalismo por parte de los socialistas y comunistas que se oponen a esta doctrina política. El liberalismo no es una amenaza, al contrario, la verdadera amenaza son estos dirigentes socialistas que buscan a través de sus mentiras, tomar el poder del Estado, para llevarnos a la miseria. En este artículo aclaramos el significado de esta palabra, que los izquierdistas llaman neoliberalismo.
El liberalismo es una doctrina política que explican la estructura y funcionamiento de la sociedad. Esta doctrina presupone que la inmensa mayoría prefiere la riqueza a la pobreza. Esto es, porque todo ser humano por naturaleza tiende al progreso. En ese sentido, busca “el mayor bienestar del mayor número de personas”,
La sociedad que se rige por los principios liberales se denomina capitalismo, que se basa en la propiedad del capital en personas particulares. Capital que se acumula para generar empleo y riqueza al país. Capitalismo es la propiedad privada de los medios de producción. En contraparte, el socialismo es dueño de todo es el Estado, que como es de todos, nunca lo cuidarán adecuadamente. Actualmente, el socialismo ha fracasado por sus planteamientos que se basan en utopías, basta analizar los datos macroeconómicos de los países donde existe o hubo este sistema político económico.
El liberalismo no es una política al servicio de los intereses de un grupo particular, sino al servicio de los intereses de la humanidad. La finalidad del liberalismo es el individuo, en contraparte los socialistas tienen como finalidad El Estado, que finalmente es manejado por un puñado de personas que tienen privilegios.
El valor más importante del liberalismo es la libertad. El hombre siempre fue libre, nómade y errante, por lo que su naturaleza es la libertad. Y si los sistemas coercitivos como el socialismo han fracasado porque se han ido contra la naturaleza. Es decir, no se busca obligar ni limitar a nadie en sus libertades, como la libertad de tránsito, de propiedad, de culto, entre otras libertades económicas, políticas, sociales, culturales y personales. Sostiene que la libertad es el único medio para la autorealización del hombre en sus diversas dimensiones.
Los principios básicos de una política liberal son los siguientes: 1) la propiedad; 2)la libertad; 3) la paz; 4) la igualdad ante la ley; 5) la limitación del estado; 6) la democracia; y 7) la tolerancia (de género, religioso, etc). Si no se respetan estos principios, no hay economía de mercado ni Estado de Derecho 1.
Los seres humanos por naturaleza somos desiguales, tanto en nuestros atributos físicos y mentales. Las diferencias específicas son en el nivel educativo, personal, física o psicológica. Cada uno tiene su propio nivel de desarrollo. Los más inteligentes son pocos, mientras que los menos inteligentes son un grueso grupo, los dirigentes son menos que los dirigidos, o “hay menos pastores que borregos”, hay una clase dirigida y dirigencial. Como los talentos son diferentes, siempre habrá más pobres, que ricos. Es decir, nunca habrá igualdad económica por las condiciones explicadas. Es más, la pobreza siempre existió. Contrariamente los marxistas suponen que todos pueden ser iguales, lo cual es fantasioso, porque todos no somos iguales, ni menos tenemos los mismos talentos, aptitudes ni características psicosomáticas que nos puedan conllevar a ser iguales económicamente. Es fantasioso, que todos podamos ser ricos.
Los gobernantes deberían preocuparse en aumentar los ricos y disminuir los pobres en su país. Los socialistas odian a los ricos, no se han preocupado por multiplicar la riqueza, sino la pobreza, haciendo que muchos sean pobres por igual. No se puede quitar envidiosamente a los que más tienen, para distribuirlos a quienes menos tienen. Así se descapitaliza el que más tiene, convirtiéndolo en un pobre más. El liberalismo propone la igualdad la igualdad ante la ley, pero no de resultados. “A todos se les debe dar las semillas, pero las cosechas dependerá de nuestro trabajo”.
Los principios básicos de una economía liberal son: 1) la propiedad privada; 2) el mercado libre (libre competencia, libre comercio, libertad empresarial, libertad del consumidor). Nuestra Constitución Política del Perú – 1993 es liberal, garantiza las libertades y establece que nos regiremos por un modelo económico de un Economía Social de Mercado. Es decir, un término medio entre la Economía de Mercado y la Economía Socialista.
El Estado es un aparato social que sirve para regular a la sociedad. Para ello, tiene a las instituciones para ejercer coerción a los individuos. Es una especie de árbitro que impone las reglas de juego para el desarrollo del partido, y sanciona cuando las reglas se transgreden. Tiene sus competencias específicas, como proteger y garantizar la propiedad privada, la seguridad jurídica, el orden público, aunque si se extralimitan, ya estaría actuando como un Estado intervencionista, socialista. Aclarando, que el liberalismo no significa anarquismo o la desaparición del Estado. No se puede desaparecerlo porque es un ente regulador, sin su presencia sería todo un caos, aunque no debe extralimitarse.
El liberalismo se opone al nacionalismo, el imperialismo y el colonialismo. Favorece el libre comercio y la libertad de los recursos económicos en el mundo. El liberalismo, promueve al individuo como un ciudadano del mundo de hoy. Es decir, un ciudadano informado, moderno y competitivo que logre su desarrollo integral y bienestar general.
Todos somos duales: cuerpo y mente. No se pueden separar ambos factores. Siendo un error de los socialistas creer que nada más somos una masa y no mente. Las políticas, teorías y análisis correctos siempre deben considerar ambos aspectos naturales del ser humano. Todo problema o solución económica debe considerar a la psicología. La conducta económica del hombre, tiene como origen su mente. Un buen gobernante tiene que conocer la mente para un buen gobierno.
Por tanto, el liberalismo defiende las libertades personales y económicas, y considera al individuo como su finalidad. Respetando su condición de ser humano dual.

(1)  Carlos Boloña. “Experiencias para una Economía al Servicio de la gente”, editorial DDB, Lima-Perú, Pag´. 28.

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