EL LAVADO DE CEREBRO


El Lavado de cerebro, también conocido como reforma del pensamiento, “educación” o re-educación, es la aplicación de técnicas coercitivas o no, para cambiar las creencias, conducta, pensamiento y comportamiento de un individuo o más personas, con propósitos políticos, religiosos o cualquier otro, al grado que sugiere el término “lavado de cerebro”.
El Lavado de Cerebro es un término difundido peyorativamente por los americanos para referirse a la capacidad de los comunistas para convencer de los males occidentales a los mismos americanos capturados. Pero se podría decir que el más conocido Lavado de Cerebro es el arte persuasorio de la publicidad con el marketing.
A lo largo de la Historia, se ha recurrido a diversas formas de control del pensamiento de los individuos pero han sido las sociedades totalitarias del siglo XX las que primero han aplicado conocimientos científicos para mejorar las técnicas de lavado de cerebro, y hoy en día se aplica como método de curación en psiquiatría, apoyado frecuentemente con el uso de fármacos que inhiben las capacidades cognitivas del paciente.
Aparentemente, Jonathan Edwards descubrió accidentalmente las técnicas durante la cruzada religiosa de 1735 en Northampton, Massachussets. Induciendo sentimientos de culpa y aprensión aguda, e incrementando la tensión, los “pecadores” que asistían a su reuniones de resurgimiento acababan rompiéndose y sometiéndose completamente.
Técnicamente, lo que Edwards hacía era crear condiciones que limpiaban el cerebro para que la mente aceptara una nueva programación. El problema era que las nuevas órdenes eran negativas. Les podía decir: “¡Sois pecadores, estáis destinados al infierno!” El resultado fue que una persona se suicidó y otra intentó hacerlo. Y los parientes del suicida contaron que ellos estaban también tan profundamente afectados que, aunque habían encontrado la “salvación eterna”, estaban obsesionados con la diabólica tentación de acabar con sus vidas.
Una vez un predicador, o un líder de una religión, un manipulador o una figura con autoridad crea la fase en que el cerebro puede vaciarse y quedar limpio, sus víctimas quedan completamente abiertas. Nuevas instrucciones, en forma de sugestiones, pueden sustituir a sus ideas previas. Como Edwards no enviaba mensajes positivos hasta el final del resurgimiento, muchos aceptaron las sugestiones negativas y actuaron, o desearon actuar, según ellas.
Charles J. Finney fue otro renacentista Cristiano que utilizó las mismas técnicas cuatro años más tarde en conversiones religiosas en masa en Nueva York. Las técnicas son todavía usadas por renacentistas cristianos, cultos, enseñantes, empresas, y el ejército de los Estados Unidos, por citar solo unos pocos. Déjenme señalar aquí que no creo que la mayor parte de los renacentistas religiosos se den cuenta de que están usando técnicas de lavado de cerebro.
Edwards simplemente insistió en un sistema que realmente funcionaba, y otros no hicieron más que copiarle y lo siguen haciendo doscientos años después. Y cuanto más sofisticado es nuestro conocimiento y nuestra tecnología, más efectiva es la conversión. Estoy profundamente convencido de que esta es una de las principales razones del incremento del fundamentalismo cristiano, especialmente en su variedad televisiva, mientras la mayor parte de las religiones convencionales declinan.
Otros apoyos empleados secularmente en el lavado de cerebro, son el hambre y la privación de proteínas, que producen confusión y credulidad en la capacidad de raciocinio y la privación del sueño que causa estrés y confusión.
Supuestamente en 30 días se consigue un lavado de cerebro y aunque ninguna programación es irreversible, si el individuo la acepta durante un periodo de tiempo considerable, ya no hay vuelta atrás, como se ve en los adeptos de diversos credos y filosofías. Cuando no se cree realmente en el proyecto, el programa al que se somete al subconsciente es equivoco, flojo, y a veces contradictorio. Los resultados serán la imagen misma de su programación.
George Orwell en su novela 1984 describió varias técnicas usadas entonces en el lavado de cerebro.
EL LAVADO MENTAL
El lavado mental es un método, más o menos eficaz dependiendo de los individuos, cuyo objetivo es hacer admitir unas informaciones cualesquiera a otra persona, repitiéndoselo hasta que el objetivo sea alcanzado. En ocasiones se utiliza violencia verbal o física para confirmar o crear una jerarquía definida de superioridad entre el lavador y el lavado.
Se habla también del lavado mental realizado por los medios de información sobre la población, el cual puede efectivamente tener a largo plazo el efecto de imponer el punto de vista de los medios sobre la población. El mejor medio de evitar el lavado mental es utilizar varias fuentes de información dentro de todo tipo de situaciones.
El lavado de cerebro en las masas
Esto es particularmente eficaz donde el sentimiento nacionalista o religioso se invoca y donde la población está pobremente educada y se les ha limitado el acceso a los medios de comunicación independientes o extranjeros.
Este término se aplica a veces, en algunas sociedades, cuando el gobierno mantiene el control firme de los medios de comunicación de masas y el sistema de educación, y usa este control para diseminar la propaganda en una escala particularmente intensiva, con efecto global que puede lavar el cerebro a secciones grandes de la población.
Denominada “propaganda”, busca influir en el sistema de valores del ciudadano y en su conducta. Se articula a partir de un discurso persuasivo que busca la adhesión del otro a sus intereses. Es de carácter monológico y requiere el recurso al anuncio. Su planteamiento consiste en utilizar una información presentada y difundida masivamente con la intención de apoyar una determinada opinión ideológica o política. Aunque el mensaje contenga información verdadera, es posible que sea incompleta, no contrastada y partidista, de forma que no presente un cuadro equilibrado de la opinión en cuestión, que es contemplada siempre en forma asimétrica, subjetiva y emocional. Su uso primario proviene del contexto político, refiriéndose generalmente a los esfuerzos patrocinados por gobiernos o partidos para convencer a las masas; secundariamente se alude a ella como publicidad de empresas privadas.
Reforma del Pensamiento
La reforma del pensamiento ó persuasión coercitiva , como en ocasiones es conocido, es un sinónimo atenuado del Lavado de cerebro, se entiende mejor como un sistema coordinado gradual de influencia coercitiva y de control de conducta diseñada para que artificiosamente y encubiertamente manipule e influya en los individuos, usualmente en una escena preparada por el grupo, con el propósito que los creadores del programa de alguna manera se beneficien, atrayendo adeptos a su causa para el provecho financiero o político.
¿Cómo se establece un programa en el subconsciente?
Se emplea el término “consciencia”, en muchas traducciones de otros idiomas y como un término opuesto a inconsciente o subconsciente, para nombrar a determinadas funciones de la conciencia, sobretodo las relativas al raciocinio o entendimiento. Así, se habla de estar consciente en oposición a perder el sentido, o de estados de consciencia.
Cada generación será el producto de miles de mentes y ejercerá asimismo su influencia sobre la generación que la sigue. La actividad de la conciencia o mundo interior, puede contribuir a explicar porque no somos iguales a nuestros antepasados y porqué solemos decir que tenemos una mente única, distintas opiniones y emociones variables.
Los lóbulos frontales y los lóbulos temporales de ambos hemisferios cerebrales parecen los encargados de ejercer las actividades especializadas, del pensamiento. No resulta fácil discernir las diferencias entre los dos hemisferios. Se sabe que durante el sueño el “hemisferio mudo” y el “hemisferio ciego” intercambian información.
El hemisferio izquierdo utiliza los mecanismos convencionales para el análisis de los pensamientos que utiliza la consciencia.
Muchas de las actividades atribuidas al inconsciente son propias del hemisferio cerebral derecho, que procesa la información mayoritariamente usando el método de síntesis, componiendo la información a partir de sus elementos, reuniéndolos en un conjunto, un hemisferio integrador centro de las facultades viso-espaciales no verbales, especializado en sensaciones, sentimientos, prosodia y habilidades espaciales; habilidades visuales y sonoras no del lenguaje como las artísticas y musicales. Concibe las situaciones y las estrategias del pensamiento de una forma total. Integra varios tipos de información (sonidos, imágenes, olores, sensaciones) y los transmite como un todo. El método de elaboración utilizado por el hemisferio derecho se ajusta al tipo de respuesta inmediata que se requiere en los procesos visuales y de orientación espacial.
El inconsciente o subconsciente, es una parte de la mente que los psiquiatras consideran que ejerce una influencia importante en la conducta. Sigmund Freud fue el primero en difundir que las experiencias de la infancia, aparentemente olvidadas, se almacenan en el inconsciente y son responsables de muchos de los pensamientos y acciones del adulto.
Se admite generalmente que el mundo interior de la mente del adulto depende de la complejidad de la información que el encéfalo recibe durante la infancia. La información recibida por el encéfalo contribuye a formar los elementos conscientes o inconscientes de la mente. Los trastornos o irregularidades que se experimentan en estas primeras etapas del desarrollo pueden influir en el contenido de la conciencia o sobre el inconsciente. Estas modificaciones pueden manifestarse por sí mismas como emociones beneficiosas, que pueden no obstante expresarse por ejemplo, a través de conductas antisociales. La conciencia parece trazar una línea entre los sentimientos de la que pueden resultar acciones buenas o malas.
Comparado por algunos el subconsciente, con una computadora, su forma de entender la información es distinta a la de la consciencia. Se lo programa de una manera u otra y ejecuta ciegamente, infaliblemente, el programa que se le ha dado. Lo sepa o no el propio individuo.
El programa se establece de una manera muy simple. Hablando con propiedad, son varios los programas que se establecen en el sujeto durante la infancia, a una edad en que su sentido crítico está aún muy poco desarrollado y acepta con facilidad y naturalidad todas las sugerencias provenientes del exterior. Estas sugerencias, base del programa, vienen al principio de los padres, sumándose posteriormente otros adultos, educadores y los individuos con los que el niño se relaciona, que pueden ser de su misma edad, o incluso más jóvenes y de otro sexo, e incluso a falta de seres humanos, animales y sociedades animales. Debido a la característica sociable del ser humano. Una sola palabra o experiencia, puede así marcar la vida y alzar un obstáculo que el individuo no logrará superar en muchos años. Una declaración de amor, una mala noticia, felicitaciones… transforman nuestro ser interior tanto en un sentido como en el otro, y lo más notable es que esas palabras, que en realidad son sugestiones y autosugestiones, ni siquiera necesitan ser ciertas para ejercer un fuerte impacto en alguien, mientras la mente consciente las acepte.
La influencia de la propia imagen no es percibida por la mayoría de la gente. Su imagen se establece principalmente a partir de dos fuentes:
•  El mundo exterior, constituido por sus padres, sus educadores, sus amigos y todas las personas que se han cruzado en el camino de su existencia.
•  Sus propios pensamientos.
La desprogramación
Se conoce como desprogramación al proceso de liberar a alguien del control mental al que ha sido sometido. Puesto que el control es una técnica larga y compleja también lo es la desprogramación, por esa razón existen profesionales versados en la materia.
La desprogramación: Circunstancias:
Para lograr la desprogramación, especialmente del control más destructivo, es necesaria la concurrencia de varias circunstancias.
1.Separación del grupo controlador.
2. Descanso físico.
3. Alimentación adecuada.
4. Perseverancia.
La desprogramación: Técnicas:
Una vez reunidas las circunstancias anteriores, expertos en el tema como Steven Hassan siguen una serie de técnicas desprogramadoras.
1  Establecer relaciones de mutua confianza.
2. Comunicarse con la persona para conocer su situación (¿desea seguir?, ¿siente dudas sobre la bondad de los que le han controlado?, ¿está desencantado pero temeroso?…).
3. Desarrollar modelos de identidad: cómo era la persona antes de entrar, como es el modelo de personalidad impuesto por el control mental y cual es la personalidad que adopta dentro de la estructura controladora (iniciado, con algo de responsabilidad, controlador…).
4. Poner a las personas en contacto con la identidad original, por eso es tan difícil desprogramar a niños que no tiene una personalidad anterior que recuperar.
5. Conseguir cambiar la perspectiva desde la que mira el controlado (la que le impuso el grupo controlador).
6. Interrumpir el autoengaño que sistemáticamente se ha enseñado a la persona controlada que haga cuando siente dudas sobre lo que le han enseñado.
7. Terminar con las fobias que han implantado a la persona para que no abandone el grupo y mostrarle el bienestar que se puede obtener fuera del grupo.
8.Explicar a la persona controlada las características del control mental que ha sufrido.

Comentarios